Tips para combatir la rutina en una relación de pareja

¿Por qué ya no me baila un gusano en la tripa cuando suena el teléfono y escucho su voz? ¿Por qué no me arreglé para la última cita y no usé su perfume ni me puse tacón? ¿Será que la rutina ha sido más fuerte? ¿Se han ido la ilusión y las ganas de verte?...". 

Esta canción del grupo Ella Baila Sola, que se hizo popular en los 90, es quizás la que mejor ejemplifica los cambios negativos que experimenta una relación cuando cae en las fauces de la rutina.
 

Casi siempre es uno de los dos el que reclama iniciativas, el que demanda atenciones, el que solicita cambios y que amenaza con irse. La pregunta: ¿acaso el que ahora reclama no era la misma persona que al inicio de relación siempre ideaba las actividades? ¿Quién fue el que "cambió" en la relación?

Cuando una persona se cansa de crear las condiciones que le hacen sentir pleno, empieza a exigirle al otro que lo haga y al no obtener respuesta, asume una actitud de negación de besos, caricias, sexo, salidas y todo lo que sabe que su pareja extrañará, pero que, en el mejor de los caso debcrá esforzarse por volver a obtener. 

Si eres tú quien está en esa situación, te recomendamos que negocies con tu pareja las frecuencias de actividades o variaciones creativas. Por ejemplo, tú sugieres una salida al cine este fin de semana, él recomienda una salida a la playa a fin de mes, tú propones una salida a cenar la primera semana del próximo mes, él sugiere que se queden en casa un fin de semana leyendo un libro y tomando vino... 

No siempre se trata de lo que te entretiene a ti y si es una persona monótona, es muy posible que demasiados cambios le abrumen.
 

Lo más importante es que no asumas tú el cien por ciento de la responsabilidad de romper la monotonía. Si demora dos, tres o cuatro semanas sin realizar lo que anunció que harían, espera pacientemente y no hagas tu parte hasta que él realice la suya. Eso sí, cuando lo lleve a cabo recuerda agradecérselo como si hubiera sido lo más fabuloso que te ha sucedido en muchos años.  \
 

El aspecto sexual no escapa a esa negociación, proponle ofrecerse sorpresas agradables en cada encuentro. Se supone que ya cada uno conoce la escala de valores del otro, de modo que no hagas nada que le resulte ofensivo. Máscaras, ropa interior sexy, geles, alimentos, bailes sensuales, lluvia de besos, juego de roles, cambio de escenarios... todos son bienvenidos. 

Un ejemplo sería citarlo a la hora del almuerzo para darle ta "sorpresita". que además puede ser en un lugar inusual de la casa o fuera de ésta, ensayando una nueva técnica o inventando una mejor. En fin. si cambias los horarios habituales verás que todo es diferente con respecto a cómo te sientes.

Recuerda que es importante siempre ampliar un poco más el margen de tolerancia si se desea los cambios de rutina.
 

Finalmente, es necesario saber que la rutina hace parte del proceso de maduración de toda relación. Con la estabilidad llega inevitablemente el status quo, de modo que lo ideal sería también que cada uno se fije nuevos objetivos personales y profesionales y se esfuerce por cumplirlos: nuevos estudios, inscripción en el gimnasio, planear un viaje, tomar cursos de nuevos idiomas, deportes, filatelia, ayuda social mediante voluntariado, entre otros. 

Hay un sinfín de actividades que nos proporcionan el crecimiento y la felicidad que ningún otro ser humano, excepto nosotros mismos, puede brindarnos.